viernes, 7 de diciembre de 2007

Andreita, NO TE COMAS EL POLLO!!!


Esta es la historia de una menda, que se comió una pechuga y se tiró 5 días ingresada, sin tele, sin ventanas, sólo la triste visión de una cortina (porque no había puerta) que separaba el pasillo de la habitación. Mi estancia fue provocada por un dichoso pollo, que me salió por todos los laos menos por las orejas. Lo curioso del caso es que el pollo llevaba un bicho que se me pegó al intestino y me chupaba hasta las entrañas. Bueno, de mi estancia hospitalaria he de destacar el lugar, como ya he dicho, lúgubre pero con buena atención la verdad, eso sí, en un sótano rodeada de personas que triplicaban mi edad allí me llamaban "el pollito". En fin, tres días sin beber ni comer eso sí, todo entraba por vena. Y hablando de venas, quién ha dicho que pinchar fuera fácil??? para ponerme la vía, me pincharon 3 personas distintas en 8 puntos diferentes del brazo. Ahora desde mi ordenador contemplo el estruendo ocasionado en mi mano derecha, un gigante morado a colores recuerdo de mi larga e intensa estancia en aquél hospital. Conclusión: después de todo.... No comáis pollo... ya lo hacía la hija de la Esteban pero tenía razón Andreita no se quería comer el pollo y es que yo a partir de ahora.... tampoco.

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