Ayer el partido socialista convocó a los medios para exponer su opinión sobre el autobús que el partido popular va a poner a disposición de los saharauis para que éstos vayan al colegio. El problema de esta iniciativa ( de la que no dudan de su carácter solidario) es que PSOE afirma que un bus no puede pasar entre los campamentos porque no hay espacio, además que dicen que los niños pueden ir perfectamente a la "madrasa" (colegio) y porque si no tienen para comer, cómo van a tener para pagar un bonobus o la gasolina.
Razones más que razonables, valga la rebundancia, pero en solidaridad debemos apostar por algo factible que ayude y no que no vaya a servir para nada.
La concejal socialista, Celia Carrasco, fue la que realizó la rueda de prensa, ella habló desde su experiencia porque ha ido varias veces al Sáhara y tiene un hermano allí. Carrasco invitó a la concejal de solidaridad Noelia Fernández a que acudiera con ella y viera de primera mano cómo viven, cúal es la educación que siguen y por supuesto, comprobar si se puede poner un autobús para llevarlos al colegio.
La polémica está servida y yo mientras tanto me resigno a pensar que en solidaridad, no caben las rencillas políticas.
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